Si no has oído hablar de la acrilamida y su posible efecto carcinogénico, o si quieres información sobre esta sustancia conflictiva, más vale que leas este post detenidamente. La acrilamida está siendo estudiada desde 2002 y preocupa cada vez más, tanto a la comunidad científica, como a los organismos responsables de la salud de la población.
En 2015, la Agencia de Seguridad Alimentaria Europea (EFSA), denunció los riesgos para la salud que conlleva la ingesta de acrilamida en los alimentos y la catalogó como un compuesto orgánico cancerígeno. Afecta a todas las personas y de todas las edades. En el siguiente link podéis acceder a la opinión científica de esta Agencia sobre este tema
La acrilamida se produce cuando calentamos (por encima de los 120ºC) los alimentos que contengan almidón (ricos en hidratos de carbono), como el pan, las patatas y los cereales; también al tostar café. Cuando la asparagina (aminoácido presente en las proteínas) se calienta en presencia de determinados azúcares, aparece como resultado la mencionada sustancia. Al aumentar el tiempo de exposición a las altas temperaturas, se produce mayor cantidad de esta sustancia.
Hay varías estrategias que se pueden poner en práctica para disminuir la cantidad de acrilamida en la alimentación:
-Evita que el aceite se sobrecaliente y supere el punto de humo, produciendo un exceso de temperatura que tostaría en exceso los alimentos.
-Procura tomar el pan o las patatas poco tostadas: la cantidad de acrilamida aumenta en los alimentos que han adquirido una tonalidad más oscura.
-Acorta los tiempos de cocinado.
-No almacenes las patatas en la nevera, ya que aumentaría la cantidad de azúcares en el alimento y así su potencial para generar acrilamida.
-Limita la ingesta de alimentos comerciales como las patatas fritas, las galletas, los picos o los cereales de desayuno.
-Aumenta la ingesta de alimentos crudos o poco cocinados y disminuye los procesados.
-Respecto a las técnicas culinarias, recuerda que aquellas que alcanzan mayores temperaturas (freír, hornear o asar) son dadas a producir mayor cantidad de acrilamida. Hervir o cocinar los alimentos en hornos de microondas son técnicas con menos riesgo de producir esta sustancia.
SUGERENCIA: PREPÁRATE CHIPS DE ESPINACAS EN VEZ DE PATATAS FRITAS
Para quienes os gusten mucho las patatas fritas os propongo una alternativa saludable: los chips de espinacas. Están deliciosos y saben bastante a patatas fritas, además de aportar todos los beneficios de las verduras de hoja verde.
Método de preparación: En un plato especial para microondas, esparce encima un puñado de hojas de brotes de espinacas con una gotitas de aceite de oliva. No añadas sal. Cocínalas en el microondas durante 3 o 4 minutos, dependiendo de la potencia de tu microondas, y poniendo la tapa especial micro. Deben salir crujientes.
Busca tus alternativas para tomar menos acrilamida: infórmate y disminuye así los riesgos alimentarios.
Buen Febrero!
Paula SDB