Tomar los dulces navideños con pausa para evitar el exceso

 

Dulces Navideños
Foto Nutricion-Online

 

En esta época del año nuestras bocas se deshacen ante los dulces navideños. Es momento de permitirnos determinados placeres azucarados que disfrutamos en buena compañía, pero sin abusar. La mejor sugerencia es tomarlos con pausa y solamente en los días señalados de Navidad

¿Por qué nos gusta tanto el azúcar?

Nuestros cuerpos han necesitado desde siempre obtener energía de lo que comemos y no nos basta con exponernos al sol como las plantas. A consecuencia de la evolución y de aumentar la capacidad cerebral, también aumentó nuestra necesidad de azúcar, el combustible del cerebro. La leche materna es dulce y sin duda su dulzor nos reconforta en los primeros meses de vida.

Para comprobar como el dulzor mejora las emociones os propongo un ejercicio -cerrar los ojos y recordar alguna experiencia negativa que haya marcado vuestra vida, la sensación no será buena aunque al tomar el dulce favorito la mala sensación probablemente mejorará.

Al hacernos conscientes de esta sensación que produce el dulzor, podemos buscar alternativas más saludables para reconfortarnos.  Por ejemplo -practicar actividad física, llamar a alguna persona querida o leer un buen libro.

Si nos situamos hace 300 años aproximadamente, se hacía difícil conseguir un kg de azúcar motivo por el que se denominaba el “oro blanco”. Entonces tomábamos el azúcar en forma de frutas silvestres, que además de azúcar aportan otros nutrientes y fibra.

El azúcar puro es un éxito energético para nuestro organismo, aunque no estaba disponible en la antigüedad. El dulce en forma de azúcar refinada es una invención reciente. Este nutriente energético se obtiene de la caña de azúcar (en los trópicos) y de la remolacha azucarera (en las zonas templadas).

Hoy en día tenemos azúcar al alcance de la mano fácilmente, en consecuencia el consumo de este nutriente va en aumento y parece sacia menos.

¿Cuanto azúcar consumimos por persona?

Según un estudio reciente Europeo (2020) en España tomamos de media 29,2 kg por persona y año de azúcar, un poco menos de 100g por día (media taza), por detrás de Italia (32,9 kg), Francia (33,7 kg) o Alemania (37,7 kg), pero por delante de Reino Unido (24,1 kg) y Portugal (22,7 kg).

Con la epidemia actual de obesidad y diabetes sería adecuada la contención a la hora de tomar dulces y el aprendizaje de nuevos hábitos para buscar alternativas más saludables. La OMS ha limitado la cantidad de azúcar que tomamos a diario para poder disfrutar de una buena salud, ésta no debería superar el 5 -10% de las calorías diarias totales, entre 25 y 50g de azúcar en 2000kcal de dieta. Se demuestran beneficios con ingestas inferiores a 25g . Según la Agencia de Seguridad Alimentaria Europea EFSA, cuanto menos azúcar mejor .

¿Cuanto azúcar contienen los dulces navideños?

Anteriormente los dulces navideños se tomaban tan sólo en las fechas señaladas, como algo especial y ocasional. Ahora compruebo como la gente los toma ya desde el mes de octubre. Los roscones están más que saboreados cuando nos llega la festividad de los Reyes Magos, algo que solía ser una tradición exclusiva de ese día.

La realidad es que un polvorón contiene unos 18g de azúcar, un trozo de turrón blando o de torta de turrón de Alicante de unos 15g, aporta unos 8g  y un trozo de Roscón de Reyes sin nata u otros añadidos, aporta 20g de azúcar. De esta forma y con un sólo polvorón y un trozo de turrón, se supera la cantidad diaria recomendada de azúcar.

Comer con atención los dulces navideños

La velocidad comiendo es la que nos ayuda a prestar atención a los sabores, texturas y aromas, a su vez permitirá que la saciedad nos llegue antes. Es importante reconocer el hambre, pero también lo es reconocer la saciedad.

Nuestras recomendaciones para esta Navidad

-Hacer que la ingesta de dulces navideños sea una ceremonia exclusiva de momentos muy especiales, ayudará y evitará el exceso.

-Al terminar de saborear un dulce navideño y antes de coger el siguiente, es adecuado practicar la pausa y preguntarnos si realmente queremos tomar el segundo dulce.

-Masticar lentamente saboreando e incluso contando el número de bocados (cuanto más mastiquemos un trozo de comida es mejor), ayudará a comer con más atención y a disfrutar. No hay que olvidar que la digestión empieza en la boca donde se genera la Amilasa salivar, enzima que digiere los hidratos de carbono.

-Al sentir que no se saborea suficiente un bocado es adecuado hacer una pausa para poder describir el sabor.

-Es deseable la existencia de bandejas con fruta y frutos secos en las mesas navideñas, para así invitar a tomar otros alimentos diferentes y saludables.

Os deseamos una Feliz Navidad y una actitud atenta en cada momento especial