
Tras un frio invierno nos damos cuenta de que todo florece otra vez y de que el sol o las tormentas hacen su acto de presencia. La primavera está aquí con toda su alteración, no en vano se dice popularmente que “la primavera la sangre altera”. En esta estación del año hay personas que manifiestan sentirse emocionalmente más descentradas (enfadadas, impacientes, irritables, frustradas e incluso aparecen los dolores de cabeza frecuentes) pudiendo llegar a padecer el trastorno denominado “Astenia primaveral”.