La saciedad llega cuando hay tranquilidad comiendo

 

Saciedad
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El verano ya está aquí y esto nos hace felices, aunque también nos pone en guardia frente al posible exceso de peso y la imagen corporal. ¡Vaya! hay gente que buscará remedios rápidos para perder los kilos de más. Sí es recomendable estar atentos al peso aunque sin obsesiones. Lo mejor es seguir unos buenos hábitos durante todo el año que nos inviten a sentir saciedad y vivir con tranquilidad.

En España puede hacerse difícil optar por una alimentación saludable. Nos gusta mucho reunirnos en torno a la mesa, algo necesario pero que nos complica  para mantener el buen peso.  Al pasear por las terracitas compruebo que abundan las cervezas, refrescos, patatas fritas, etc, veo cuan difícil es evitar dejarse llevar. Aunque bien sabemos todos que hay alternativas saludables que pueden acompañarnos.

Pero sí, para tomar buenas decisiones la saciedad nos ayuda. La tranquilidad te puede permitir pararte y pedir un zumo de tomate o una cerveza sin alcohol, o incluso un agua con gas con limón y escoger unas aceitunas y pepinillos o mejillones para acompañar la bebida.

¿Como podemos sentirnos más saciados y decidir mejor?

La sensación de saciedad se traduce en la percepción de estar pleno, y está regulada por un sistema neuroendocrino complejo (a nivel neurológico y hormonal). A veces comemos para llenar vacíos emocionales y de forma compulsiva. Es probable que el sentirnos plenos nos ayude a evitar la compulsión comiendo.

¿Como se produce la buena saciedad?

Nos podemos sentir más saciados si permitimos que nos ayuden las señales de corta duración, en su mayoría hormonas producidas en al tracto gastrointestinal.

Las citadas señales tienen mayor o menor intensidad en función del tipo de alimentación que llevemos, los distintos hábitos de ingesta (rápida o lenta), el peso y de como funcionen nuestras emociones.

¿Que alimentos nos ayudan a sentirnos más saciados?

En relación con el tipo de alimentación, si tomamos alimentos con suficiente fibra y proteínas, hidratos de carbono complejos y pocos azúcares (de bajo índice glucémico), nos sentiremos saciados más fácilmente. Por ejemplo al tomar una ensalada de judías blancas, la síntesis de insulina será equilibrada y sentiremos la deseada saciedad. Pero si tomamos patatas fritas o un trozo de pan blanco, sin duda desearemos tomar más cantidad.

A su vez los alimentos amargos nos ayudan con la saciedad. Las sustancias amargas en ellos permiten regular el apetito y facilitan la digestión.

Alimentos como el brócoli, la rúcula, la lombarda, la col rizada, la endivia, el chocolate puro, el café solo, el té verde… todos ellos ayudan con la saciedad, sobre todo por su contenido en sustancia amargas. Las aceitunas machacadas aportan a su vez una cantidad interesante de sustancias amargas y un impacto positivo en la microbiota.

Cuando se sienten ganas de comer compulsivamente, se puede tomar una onza de chocolate con el máximo de cacao, 5 almendras crudas y un té verde. También es buena idea añadir rúcula, lombarda y brócoli en la ensalada y tomarla de entrante, además de escoger aceitunas machacadas de aperitivo.

El desayuno, es un buen momento para potenciar al saciedad a lo largo del día

Para sentir saciedad duradera es importante escoger bien los alimentos que rompen al ayuno nocturno. Al tomar suficiente proteína y grasa saludable hará que nos sintamos más plenos.

Por ejemplo al empezar el día con una ensalada de anchoas o melva con queso fresco, AOVE y especias, nos sentiremos más saciados que si tomáramos una tostada con mermelada.

La grasa en el pescado azul es muy saciante. Aporta omega 3 y vitamina D. Estos nutrientes, tomados en suficiente cantidad, nos ayudan a sentir buen humor y saciedad.

¿Cuanto tiempo tarda el cerebro en procesar la señal de saciedad?

Las señales secretadas en el tracto gastrointestinal durante la ingesta, tardan unos 30 minutos en llegar al hipotálamo e informar de que hemos comido suficiente. Si comemos muy rápido, ingeriremos mayor cantidad de alimentos antes de darnos cuenta. He podido comprobar frecuentemente como tan sólo en 10 minutos somos capaces de atiborrarnos de comida. Masticamos más rápidamente y con ansiedad.

Al invertir suficiente tiempo en comer, no sólo permitiremos la buena nutrición sino que también percibiremos más fácilmente las señales de la saciedad. A su vez disfrutaremos del placer de los buenos sabores y aromas que acompañan a los alimentos. Esto nos ayuda a sentirnos mejor, más tranquilos y plenos en cualquier circunstancia.

¿Como influye el estrés?

Al encontrarnos en situaciones estresantes (tanto físicas como emocionales), solemos elegir alimentos menos nutritivos. Por ejemplo aquellos ricos en azúcares y grasas saturadas, ultraprocesados entre otros. Pensamos que nos ayudan por qué están ricos pero realmente aumentan la ansiedad y la depresión. Además del propio estrés, los citados alimentos inhiben la saciedad y estimulan la síntesis de cortisol (hormona del estrés).

Para manejar mejor la situaciones estresantes que puedan inhibir la saciedad, sería favorable tomar conciencia de cual es el problemas e intentar mejorarlo. Aprender alguna técnica para practicar el comer atento (Mindful Eating), sería de gran ayuda.

 

 

Tomar una cantidad adecuada de proteínas en la dieta da beneficios

Cantidad adecuada de proteínas
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Tomar una cantidad adecuada de proteínas en la dieta diaria, no solo debe preocupar a las personas activas físicamente con sesiones de musculación frecuentes. A su vez, es importante que según cumplamos años todos revisemos esta ingesta al alza. Especialmente las mujeres en menopausia o durante el embarazo y la lactancia, y también en la adolescencia de las personas.

Las proteínas cuyos ladrillos son los aminoácidos, desempeñan funciones vitales en el organismo. Tanto estructurales en los diferentes tejidos, como reguladoras al formar parte de hormonas, enzimas o neurotransmisores.

El músculo es un tejido vivo considerado un órgano que produce sustancias como las miocinas, moléculas que interactúan y se comunican con otros órganos. Las miocinas son proteínas con funciones reguladoras (Hoffman, C; Weigert, C., 2017). Se demuestra que intervienen en el buen mantenimiento del peso corporal, mejoran la inflamación de bajo grado y la sensibilidad a la insulina, además de promover la buena función cognitiva. Así , al mantener un buen tejido muscular adaptado a cada persona y situación, estamos mejorando diversos aspectos de al salud.

Al cumplir 40 años empezamos a perder masa muscular

A partir de los 35-40 años (dependiendo de diferentes factores) empezamos a perder masa muscular, y no solo por la edad sino también por el desuso. De ahí que apostar por una vida activa nos va a ayudar a frenar este proceso. No hay que olvidar que el ejercicio físico junto a la correcta ingesta de proteínas, son los dos estímulos anabólicos que interaccionan para generar masa muscular de forma efectiva.

La dieta en su conjunto con suficientes nutrientes (proteínas, minerales, vitaminas, grasas saludables, hidratos de carbono…) junto a la actividad física, son esenciales para el desarrollo de la masa muscular.

¿Que cantidad de proteínas debemos comer a diario?

La recomendación de ingesta de proteína puede variar dependiendo de la edad, género y nivel de actividad física. La Ingesta Diaria Recomendada (IDR)  en un adulto según la OMS (Organización Mundial de la Salud) y el Instituyo de Medicina es de 0,8g por Kg de peso. Se trata de una ingesta mínima para una persona sedentaria.  Por ejemplo, en el caso de un individuo estándar con 65kg, éste debería tomar un mínimo de 52g proteínas a diario.

A partir de los 40 años es conveniente subir la citada recomendación y tomar 1g /kg de peso. Esto supone para nuestra persona de 65 kg, un mínimo de 65g de proteína.

Además, la gente que practica un trabajo de musculación intenso, podría tomar hasta 2g/kg de peso los días que la practique. Esta cantidad mayor de proteínas puede ser necesaria para apoyar la recuperación muscular, el crecimiento y el rendimiento físico en situaciones de alto estrés metabólico.

Que otras circunstancias aumentan las necesidades diarias de proteínas

-A partir de los 50 años se incrementa aún más la importancia de este macronutriente, por su relación con el buen estado de los tejidos de sostén (huesos y músculo). Esto incluye a las mujeres en fase de menopausia. En ellas, la ingesta de proteínas adecuada puede ayudar a mantener la masa muscular, prevenir la pérdida de masa ósea y apoyar la salud en general.

En el estudio Women´s Health Initiative(1), una mayor ingesta de proteínas (1,2g/kg de peso corporal) se asoció con un 32% menos de riesgo de fragilidad y una mejor función física.

Por otra parte, una reciente evidencia (2) muestra como la ingesta suficiente de proteínas (sobre todo las de origen vegetal), se asocia a un envejecimiento más saludable, en una cohorte grande de enfermeras.

-En personas que necesitan controlar el peso,  una ingesta de proteínas superior ha demostrado mejorar la saciedad y la tendencia a comer compulsivamente. En estos casos es recomendable que la dieta sea supervisada por un profesional experto.

¿Que cantidad de proteínas contienen los diferentes alimentos?

Es importante hacer hincapié en la cantidad real de proteína que contienen los alimentos.

Por ejemplo, un filete de ternera (carne) o de salmón (pescado) de 100g aportará unos 20g de proteínas. Un huevo contiene unos 7g al igual que 50g de avena cruda. 100g de kefir o de leche desnatada aportan 3,5g de proteína y 100g de yogur 3,8g. Un plato de garbanzos cuenta con 9g de este nutriente, mientras 100g de champiñones con 4g.

Si desayunamos café con leche y kefir con avena y arándanos, comemos un plato de garbanzos y un filete de salmón (120g) y cenamos un revuelto de champiñones habremos tomado un total de 54g de proteína aproximadamente.

Cabe mencionar que la calidad de la proteína en los alimentos animales suele ser mayor que en la proteína de origen vegetal, por su contenido y diversidad en aminoácidos. Si bien la proteína vegetal de soja aporta tanta cantidad de este macronutriente o más que algunos pescados y carnes. Se trata de una proteína de alto valor biológico al contener todos los aminoácidos esenciales, siendo además más digestiva.

La suplementación con proteína

Cuando la dieta sea baja en proteínas por circunstancias inevitables, es aconsejable contemplar un suplemento de proteínas. En estos casos se debe evitar superar las cantidades recomendadas de este nutriente, siguiendo las indicaciones del suplemento. Personalmente como apoyo extra proteico, me gusta Perform de Juice Plus+ con proteína vegetal de soja (contiene los 9 aminoácidos esenciales), además aporta vitamina D y es fuente de vitamina B para apoyar la buena nutrición.

 

 

 

(1) Silva, T.R.; Oppermann, K.; Reis, F.M.; Spritzer, P.M. Nutrition in Menopausal Women: A Narrative Review. Nutrients 2021, 13, 2149. https://doi.org/10.3390/nu13072149

(2)Andres V Ardisson Korat et al; Dietary protein intake in midlife in relation to healthy aging – results from the prospective Nurses’ Health Study cohort; The Journal of Clinical Nutrition; January 2024

 

¿Qué alimentos escoger durante la menopausia?

Alimentación y Menopausia
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¡Qué bien! las mujeres en fase de menopausia estamos “de moda”.  Me acuerdo cuando mi madre nos comunicó que había llegado su turno… Su deseo era que el cese de la menstruación se debiera a un quinto embarazo, con todo lo que suponía. Sin embargo, lo que llego fue precisamente el fin de la vida fértil… “¡pues vaya!” dijo,  fue un chasco para ella y un motivo de malestar mental a partir de ese momento. En aquella época se trataba de una fase de la vida con aspectos más negativos.

El ser humano junto a alguna especie de ballena (Orca, Piloto y Beluga), es protagonista al vivir el proceso de la menopausia. Una de las probables causas evolutivas sería el valor de la mujer añosa para el clan social.

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